En esta entrevista, la psicóloga clínica Giovanna Galarza nos explica cómo el interés del INEN por mejorar la atención de los pacientes con cáncer ha generado una serie de cambios en el funcionamiento de la institución, entre los que resalta una mayor preocupación por el bienestar emocional del personal y la valorización de los psicólogos dentro de los equipos de trabajo. Además, nos revela las dificultades y satisfacciones personales de brindar apoyo psicológico a sus pacientes y colegas.
¿Cuál es la misión del Instituto de Enfermedades Neoplásicas?
En esta institución, se le da una atención integral al paciente oncológico para mejorar su calidad de vida. Esto significa que nos preocupamos no solo por su salud física, sino, también, por las repercusiones sociales y psicológicas de su enfermedad. Asimismo, brindamos apoyo a su familia.
¿Cuánto tiempo lleva realizando su labor en la institución?
Aproximadamente, 10 años.
¿Cuáles son los valores que resalta la institución en sus trabajadores?
El INEN busca fomentar en sus trabajadores, principalmente, la motivación y la productividad.
¿Cuál es el criterio de selección de los trabajadores?
Los trabajadores deben tener una formación universitaria (con licenciatura y colegiatura), una especialidad y contar con experiencia tratando pacientes oncológicos. Como verán, se trata de una selección rigurosa, pues aquí trabajamos con vidas humanas.
¿Usted trabaja en un equipo?
Sí, formo parte de un equipo para organizar talleres y realizar las evaluaciones de los pacientes.
¿Cómo se organiza su equipo?
Bueno, hay diferentes equipos y todos están liderados por el médico jefe del departamento, por ejemplo, el de pediatría. El médico jefe es quien se encarga de organizar a todos los miembros del equipo: terapeutas, psicólogos, etc.
¿Qué función ocupa dentro del equipo y qué aporta su formación en psicología al trabajo del mismo?
Mi función es asistir psicológicamente tanto a los pacientes y a sus familiares como al personal que conforma mi equipo de trabajo, en el que se encuentran doctores, enfermeras, nutricionistas, etc. Mi formación como psicóloga clínica me permite brindar una atención personalizada a cada individuo y ese, considero, es mi principal aporte en el trabajo, pues al crear un espacio en el que las personas pueden hablar de cómo se sienten, es más fácil ayudarlas a manejar mejor sus emociones.
En el caso del trabajo con mis colegas, la psicología me permite enseñarles a lidiar con los problemas que genera el contacto con personas enfermas, ya que al trabajar con seres humanos, es muy difícil no involucrarnos con ellos. Una vez al mes, nos reunimos para tratar diferentes temas que nos afectan, como, por ejemplo, la muerte de los pacientes.
¿Considera, entonces, que el INEN se preocupa por el bienestar emocional de los trabajadores?
Absolutamente. Además de incluir psicólogos en los equipos de trabajo, el INEN tiene un departamento de bienestar personal. Este se encarga de ver los problemas que afectan a los trabajadores y de ofrecer diferentes capacitaciones para que puedan sobrellevarlos. En los talleres, por ejemplo, se enseñan técnicas de relajación y meditación, entre otras actividades.
¿Cuáles son las ventajas del trabajo en equipo?
Las ventajas son múltiples. Por un lado, existe menos estrés o lo que aquí conocemos como “burn out” (síndrome del quemado), pues las responsabilidades se dividen entre todos. Además, al trabajar en permanente contacto con otros, mejoramos las habilidades de comunicación, nos volvemos más receptivos y fortalecemos el buen clima laboral, lo que nos hace más serviciales y cooperativos. Por otro lado, los aportes de diferentes profesionales son indispensables para realizar un diagnóstico más preciso. Todas estas ventajas en el ámbito laboral permiten una mejor atención a los pacientes y, por eso, creo que el trabajo en equipo es sumamente importante.
¿Qué tipo de problemas atraviesa su equipo?
Principalmente, la falta de personal para atender a tantos pacientes.
¿Qué cree que se necesita para que un equipo sea eficiente?
Creo que es necesario que todos desarrollemos habilidades sociales para mantener una buena comunicación, porque esto nos permite manejar los problemas adecuadamente. Por ejemplo, nos permite saber cuando alguien está estresado y necesita conversar. Asimismo, por tratarse de un trabajo que suele involucrar emocionalmente a los trabadores, debemos tener la capacidad de separar el ámbito personal del laboral para evitar la agresión hacia los colegas o, incluso, hacia los pacientes.
¿Nos podría hablar acerca de su formación profesional y de su trabajo?
Bueno, yo me formé en la universidad Inca Garcilaso de la Vega y realicé una maestría en psicología clínica de la salud. También tengo una especialización en terapia cognitiva conductual y un diplomado en gestión de la salud. Actualmente, llevo un curso de diplomado en coaching en la universidad Ricardo Palma, soy docente de la facultad de medicina de la universidad San Martin de Porres y estoy a cargo del programa de Internado del INEN.
¿Qué cree que se necesita para que un equipo sea eficiente?
Creo que es necesario que todos desarrollemos habilidades sociales para mantener una buena comunicación, porque esto nos permite manejar los problemas adecuadamente. Por ejemplo, nos permite saber cuando alguien está estresado y necesita conversar. Asimismo, por tratarse de un trabajo que suele involucrar emocionalmente a los trabadores, debemos tener la capacidad de separar el ámbito personal del laboral para evitar la agresión hacia los colegas o, incluso, hacia los pacientes.
¿Nos podría hablar acerca de su formación profesional y de su trabajo?
Bueno, yo me formé en la universidad Inca Garcilaso de la Vega y realicé una maestría en psicología clínica de la salud. También tengo una especialización en terapia cognitiva conductual y un diplomado en gestión de la salud. Actualmente, llevo un curso de diplomado en coaching en la universidad Ricardo Palma, soy docente de la facultad de medicina de la universidad San Martin de Porres y estoy a cargo del programa de Internado del INEN.
¿Por qué decidió formar parte del INEN?
Tengo varios familiares médicos, algunos, incluso, especializados en la rama de la oncología y el tema del tratamiento del cáncer me llamó la atención desde pequeña. A medida que avanzaba en mis estudios, me di cuenta de que lo que me interesaba no era realmente la parte médica, sino, más bien, cómo se sentían los pacientes. Todo ello me motivó a formar parte del INEN.
¿A cuántos pacientes atiende diariamente?
A diferencia de otras instituciones, que destinan 20 o 30 minutos a la atención de un paciente, en el INEN, le dedicamos entre 45 y 60 minutos a cada uno. Por esta razón, trato alrededor de 12 pacientes por día.
¿Cómo logra que los problemas de los pacientes no afecten su vida personal?
Lo que más me ayuda es, definitivamente, mi formación como psicóloga. Sin embargo, es difícil lograrlo, ya que, al fin y al cabo, soy un ser humano. Creo que en este trabajo, siempre se da una contratransferencia con el paciente, pero lo que ayuda a mantener los problemas del trabajo fuera de la vida personal es distraerse, tener una vida propia, compartir con los amigos…Se podría decir que uno tiene que idear una serie de recursos para no sentirse agobiado por el trabajo. Además, actualmente, estoy en una terapia y eso me da un gran soporte.
¿Qué es lo que más le satisface de su trabajo en el ámbito profesional y personal?
Mi mayor satisfacción profesional es ver las sonrisas de los pacientes, porque estas poseen un gran significado. Una sonrisa es señal de que el paciente está empezando a comprender que el cáncer no necesariamente debe asociarse con la muerte y que puede sobrellevar la enfermedad. En cuanto al ámbito personal, el crecimiento que me ha dado el INEN es algo que valoro muchísimo, pues me ha permitido convertirme en una mejor persona.
¿Qué es lo más difícil de tratar a pacientes con cáncer?
Lo más difícil es lograr que dejen atrás la fase de negación y la impotencia que les da la enfermedad. Lograr que comprendan que hay una esperanza es extremadamente complicado. A veces, siento que los pacientes se me van, porque me dicen cosas como “igual me voy a morir” o “es por gusto seguir con esto”.
¿Cuál considera que es el impacto de su trabajo en las personas que trata?
Considero que el tratamiento psicológico les da a los pacientes el soporte emocional que necesitan para enfrentarse a su enfermedad. Hemos podido ver que, ahora, son los propios pacientes quienes solicitan el servicio de un psicólogo. Esto se debe a que saben que necesitan apoyo y a que, en la actualidad, la profesión de psicología se valora muchísimo más que antes.
Por último, ¿cuál es el cambio más importante, en relación a la psicología, que ha visto dentro del INEN?
Creo que la percepción del trabajo de los psicólogos ha mejorado y que esto ha permitido que nos integremos al trabajo de equipo con profesionales de otras disciplinas. Antes, la enfermedad del cáncer era vista desde un enfoque, únicamente, médico: no se tomaba en cuenta, como ahora, a profesionales vinculados con el aspecto emocional de la misma. Puedo ver que, dentro del INEN, la presencia de psicólogos dentro de las visitas médicas es mucho más notoria que hace 10 años, como en el caso del departamento del tórax o el de pediatría.